CONTRATAPALas automotrices mostraron en el Salón de Nueva York vehículos que saben hacer algo más que responder a las órdenes del conductor. Lo que todavía no está claro es si los automovilistas querrán que sus coches se manejen solos.
Máxima. Presentado en el Salón de Nueva York, que cierra hoy, el nuevo sedán de Nissan cuenta con tecnología que detecta si el que maneja está adormilado o distraído.
El camino hacia la conducción plenamente autónoma tardará años todavía en llegar a los consumidores, pero las automotrices demostraron que ya pueden ofrecer a los compradores distintos niveles de las llamadas “funciones de seguridad activa”, que permiten que el auto tome el control en ciertas circunstancias Y seguirán presentando avances en los próximos meses.
Hace poco, Tesla causó sensación cuando anunció que para mitad de año va a agregar a sus sedanes modelo S rasgos de conducción autónoma para uso en carreteras que denomina “piloto automático”. Pero, por lo visto, toda una serie de vehículos ya traerán esas funciones mucho antes de lo esperado.
Volvo planea lanzar en breve una versión de su XC90 que ofrecerá tecnología de piloto automático a velocidades bajas. Ideado para congestiones, este sistema de “asistencia de piloto” permite que el vehículo, un todoterreno, asuma el control del volante y del acelerador para seguir al auto de adelante a velocidades de hasta casi 60 km/h.
“Estamos eliminando la parte que no les gusta a los que viajan cada día a sus trabajos”, dijo Jim Nichols, vocero de Volvo. “Incluso quienes normalmente prefieren manejar nos dicen que quieren la parte autónoma para los tramos más aburridos”.
Nichols también dijo que se espera que el conductor siga atento y con las manos en el volante.
En enero, Audi planea incluir algo similar en su todoterreno Q7.
“No habrá un momento mágico en que digamos ‘aquí está el coche autónomo’. Tenemos la tecnología y lo vamos a ir lanzando al mercado, paso a paso. Es necesario contar con la aceptación de los usuarios y ver por qué cosas están dispuestos a pagar”, dijo Scott Keogh, director de Audi en Estados Unidos.
Según Keogh, el actual paquete de seguridad activa de Audi –que, por US$2550, incluye regulador de velocidad adaptativo, freno de emergencia y detección en punto ciego– se está vendiendo bien, ya que un 60% de los compradores del A6 pagan por esa opción.
Algunas automotrices ya ofrecieron en el Auto Show de Nueva York vehículos capaces de autocorregirse si el conductor se está saliendo de un carril, y también cuentan con regulador de velocidad cuyos sensores ajustan la velocidad a la del vehículo que va delante.
Si bien al principio estas novedades sólo estarán en autos de lujo, las tecnologías van a extenderse, afirman los ejecutivos del sector. Lacámara de visión trasera, por ejemplo, comenzó siendo algo exclusivo pero hoy ya es casi ubicua. La National Highway Traffic Safety Administration dispuso su obligatoriedad en todos los vehículos nuevos para 2018.
El administrador de esta agencia de seguridad vial, Mark R. Rosekind, señaló que una de sus prioridades es que las tecnologías de seguridad activa que pueden prevenir accidentes estén en el mercado masivo en los próximos años.
Alan Batey, presidente para Norteamérica de General Motors, concordó. “Puede que empiece con Cadillac, pero cuando ampliemos bajarán los costos y podremos tenerlo en toda la gama”.
Cadillac, de hecho, planea ofrecer lo que denomina “Super Cruise” el año próximo en su sedán CT6 2017, presentado el martes. Esta función permitirá sacar las manos del volante y los pies de los pedales al conducir en autopistas.
Pero algunas funciones de seguridad activa más básicas, en especial el sistema de frenado automático, ya están en los modelos GM más asequibles, como el Chevrolet Malibu.
La combinación de regulador adaptativo de velocidad y freno automático significa que los clientes de Chevrolet, aunque sigan al volane, ahora podrían viajar distancias largas sin preocuparse por el acelerador o el freno, dijo Batey.
Nissan mostró su tecnología para conductores con sueño en su nuevo sedán Máxima. Detecta cuando alguien se está durmiendo o distraído, y activa un bip y luces.
Carlos Ghosn, CEO de Nissan y Renault, dijo que la progresión de las tecnologías para llegar a los coches sin conductor ocurrirá en forma gradual, pero que no hay duda sobre su futuro en los autos.
Según Ghosn, se trata, en definitiva, de lograr que los conductores puedan decidir cuándo quieren estar al mando y cuándo dejar que el vehículo asuma el control. Pronosticó cambios en la conducción autónoma en autopistas para los próximos tres años, y en las ciudades, para el final de la década.
Rolls-Royce, que trajo al show autos con precios de hasta US$350.000, podría haber integrado las funciones semiautónomas de ciertos Mercedes Clase S, Audi o Volvo, y sus compradores las habrían pagado. Pero Gerry Spahn, un vocero de la marca, dijo que no tienen planes al respecto.
La gama Rolls incluye multiples sensores, escáneres infrarrojos y hasta una pantalla de visualización frontal para dar información al conductor, dijo Spahn, pero la empresa quiere mantener esa tecnología de sensores más bien en un segundo plano.
“Nuestros clientes no quieren un montón de cosas que anden sonando o haciéndoles ruido”, dijo Spahn. “No gastan tanto dinero para que se les diga cómo conducir. Quieren estar ellos al mando”.
Y cuando los clientes de Rolls no tienen ganas de manejar, tienen casi siempre otra opción. “La mayoría ya tiene un conductor autónomo. Se llama chofer”, concluyó Spahn.