MOTOR Segundo deportivo de AMG
Mercedes-Benz AMG GT: a la caza del Porsche 911
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ENRIQUE NARANJO Madrid
Actualizado: 10/09/2014 18:54 horas
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Mercedes necesitaba un deportivo en el mismo segmento del Porsche 911 y finalmente lo ha presentado en sociedad. Se llama Mercedes-Benz AMG GT, es un coupé biplaza que estrenará un nuevo motor V8 biturbo y está construido casi íntegramente en aluminio. Comenzará a rodar en primavera y su precio rondará los 150.000 euros.
Pero antes de todo eso, el diseño será su principal baza a la hora de cautivar a sus futuros compradores. Un Gran Turismo en toda regla, con un morro largo, puesto de conducción retrasado, una caída de techo entre el Porsche 911 y el Jaguar F-Type Coupé y una zaga muy elegante en consonancia con el estilo distinguido del Mercedes-Benz Clase S Coupé, otro dos puertas de prestigio.
El interior mezcla ambientes de lujo y deportividad. Destaca sobre todo la ancha consola central con los mandos principales dispuestos en forma de V, con dos series de cuatro botones en cada lado, imitando la arquitectura del propulsor (aquí pueden aparecer desde el selector de programas del cambio hasta el pulsador para el escape deportivo).
En el centro se encuentran la palanca del cambio de doble embrague y el mando táctil que opera la pantalla principal, que puede ser de hasta ocho pulgadas, situada sobre cuatro salidas de aire centrales, una disposición poco habitual.
Bajo esa elegante piel se esconde un bastidor construido casi íntegramente en aluminio que con apenas 231 kilos para un total de 1.540, una buena marca que le permite establecer una relación peso/potencia de 3,08 kilos por caballo.
En Affalterbach han desarrollado un nuevo propulsor, especialmente diseñado para el AMG GT. Se monta a mano y lleva la firma del ingeniero encargado del montaje, como todos los que se ensamblan en el corazón de AMG.
Esta vez se trata de un V8 de cuatro litros y doble turbo que rendirá 462 CV en la versión GT y 510 en el GT S (AMG ya cuenta con versiones potenciadas de un mismo motor en los Clase E y CLS) y algún que otro rasgo de competición, como la lubricación por cárter seco.
El cambio es un doble embrague AMG Speedshift DCT-7 con cinco leyes de comportamiento: Controlled Efficiency, Sport, Sport +, Individual y Manual, con un programa adicional Race para el GT S. Motor y cambio van, como en el SLS, situados en posición transaxle (el motor en el eje delantero y el cambio en el trasero) de modo que el reparto de pesos es muy equilibrado: 47-53%.
En cuanto a prestaciones, los primeros datos que ofrece la marca son prometedores: ambas versiones superan los 300 km/h (304 el GT y 310 el GT S) y firman una aceleración de 0 a 100 en 4 y 3,8 segundos (un pelín por debajo de un Porsche Turbo) y consumos que en todos los casos están por debajo de los diez litros (9,3 y 9,4 litros respectivamente).
Para hacer frente a esa capacidad dinámica, Mercedes-Benz ha dotado a su AMG GT de un chasis con suspensiones de dobles triángulos derivadas de las que se usan en competición (el GT S contará de serie con amortiguadores controlados electrónicamente), diferencial trasero autoblocante (electrónico en el GT S), frenos de alto rendimiento (cerámicos en opción) y llantas forjadas de 19 o 20" con neumáticos de hasta 295 mm de sección.
Aparte de su personalidad deportiva, el AMG GT podrá contar con otros elementos de equipamiento avanzado como la alerta por cansancio, la frenada automática de emergencia, los sensores de parking con cámara de visión trasera, lector de señales de tráfico, asistentes de cambio de carril, ángulos muertos y aparcamiento...
Todo un compendio tecnológico que complementará el rasgo principal del nuevo juguete de Mercedes-Benz: su rabiosa personalidad deportiva.
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