http://www.noticiasdeargentina.com.ar/index.php/70682/el-topolino-cumple-80-anos-y-los-fanaticos-impiden-su-e2809cjubilacione2809d/
– Y ahora qué le pasa al Rol-Roi?
– Si yo supiera que le pasa…
-Y qué querés, con esta almóndiga maldita…
-Mingo, que sea la última vez que al Topolino le decís almóndiga maldita.
-Si hubieramos venido en mi chatita ya estaríamos en el Tigre
-En tu chatita… Yo, Aníbal, el Namber Uan, voy a viajar en tu chatita piojosa.
La escena forma parte de un clásico del cine argentino: ?Mingo y Aníbal contra los fantasmas?. El Topolino de Aníbal (histórico personaje de Juan Carlos Calabró en los años 80) se queda en el medio del bosque y los dos amigos salen a buscar ayuda (Minguito, con unas bolas de fraile antológicas) y llegan a una casa “embrujada”. Pero si en la película el Topolino ?falla? es más porque lo pide la trama, porque en la vida cotidiana fue un auto confiable e invencible, que conquistó a las clases populares y que todavía es recordado con cariño.
En estos días, con festejos y eventos en todo el mundo, se celebran los 80 años de este auto mítico, nacido el 15 de junio de 1936. Los festejos principales son en Turín, sede central de Fiat, pero también hay eventos en todo el mundo. El animador estadounidense Jay Leno, por ejemplo, es uno de los coleccionistas que tiene un Topolino. Y en Argentina también hay fanáticos de este modelo, como Alejandro García del Bo, el dueño de uno de los pocos Topolinos que quedan en buen estado en el país. ?Yo tenía seis años y descubrí una foto de mis abuelos con un pequeño y simático autito. Según me contó mi abuela, fue el primer auto que tuvieron de recién casados. Desde entonces comenzó una historia de afeto y admiración hacia el auto?, dice Alejandro.
El Topolino fue creado por el ingeniero italiano Dante Giacosa. Fue un modelo nacido en una época difícil, entre las guerras mundiales, con lo cual el objetivo era crear un auto popular, confiable, que fuera irrompible y con mecánica sencilla. Tenía un motor de 13,5 caballos, tracción trasera y la velocidad máxima era de 82 km/h. Medía algo más de tres metros de largo y se destacaba por su simpático diseño, que de algún modo determinó también las líneas estéticas del Fitito, que llegaría algunos años más tarde.
Pero sigamos la historia de Alejandro, que de algún modo sintetiza la pasión de los argentinos por llegar a tener un auto anhelado: “Ya adolescente, en mi Rosario natal, pude acceder a mi primer Topolino. Era un modelo 1938 desvencijado, con el motor desarmado, que con mucho esfuerzo logramos comprar a medias con un amigo”. Pero ese auto fue un proyecto trunco, que nunca pudieron terminar de completar. Los coleccionistas de autos son como los buscadores de un tesoro. Con tal de tener una pieza original del auto son capaces de cruzar el océano.
En 1999 se hizo un concurso para determinar cuál fue el Auto del Siglo. En esa selección estuvo el Topolino, como uno de los finalistas, junto a otros autos históricos como el Volkswagen Escarabajo o el Ford T.
Más detalles del auto, que se fabricó entre 1936 y 1955: el motor era de cuatro cilindros y 567 cm3. Durante casi 20 años se fabricaron 519.646 unidades. Una de ellas circula por la ciudad. “Finalmente, a los 62 años, tengo el placer de disfrutar de un Topolino, igualito a aquel que había visto en la foto del abuelo a los 6 años”, dice Alejandro.
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Fuente de la noticia: Clarin
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