Es una
pregunta muy recurrente entre los lectores. Al ver los precios de los autos,
surge el interrogante: “¿Por qué los autos son tan caros en la
Argentina? ¿Por qué en otros países son más baratos? ¿Cuánto del precio de lista
se va en impuestos?”
La carga
impositiva de los autos varía mucho de una marca a otra, de un modelo a otro e,
incluso, es diferente según la provincia o hasta el municipio donde se adquiera
la unidad.
Sin
embargo, las autopartistas y los fabricantes de autos agrupados en Adefa decidieron
difundir un estudio con cifras promedio, para tener un panorama del impacto de
los impuestos sobre el precio de vehículos en la
Argentina.
El
informe señala que el 54,8% del valor
de lista se lo queda el fisco. Es casi el doble de lo que se tributa
en Brasil (30,4%) y siete
veces más de lo que se paga en Estados Unidos (7,5%).
Lo
preocupante es que este 54,8% aplica sólo a los autos de producción nacional más
económicos. En el caso de los más caros, también hay que sumar los impuestos internos. Y, si
se trata de importados extrazona, falta agregar el 35% de arancel aduanero.
Según el
informe, el 54,8% de carga impositiva está compuesto de la siguiente
manera.
§ IVA: 21%
§ Ingresos Brutos: 9,13%
§ Contribuciones Patronales y
ART: 7,69%
§ Impuesto a las
Ganancias: 4,50%
§ Tasa Municipal: 2,76%
§ Impuestos a los Créditos y Débitos
Bancarios: 2,76%
§ Impuestos a los Sellos, Inmobiliarios y
otros: 2,48%
§ Impuesto a las Participaciones
Societarias: 0,34%
§ Otros aranceles (Ingresos Brutos
Provinciales, Tasa de Seguridad e Higiene):4,15%
Autos
argentinos, con la mayor presión impositiva del mundo
Por
Horacio Alonso/ Ambito Financiero
En algo
no hay grieta, ni divisiones, ni enfrentamientos. Es en el precio de los autos.
Difícil sería encontrar alguien que diga que los 0 km en la Argentina no están
caros. Cualquier comparación con otros mercados muestra que en el país se pagan
cifras exorbitantes por un vehículo y sobran los ejemplos que muestran que por
el valor de un auto mediano, sin demasiadas pretensiones, comprado en una
concesionaria local, se podría acceder a un superdeportivo en los Estados Unidos
y hasta en Europa.
Muchas
veces las críticas caen sobre fabricantes y vendedores pero la explicación más
certera está en otro ámbito y es muy sencilla: la Argentina tiene la mayor
presión impositiva del mundo en materia automotriz. Según datos que maneja la
asociación que agrupa a los fabricantes (ADEFA), el 54,8% del valor de un
vehículo se lo lleva el fisco. De esta manera, las automotrices son (a la
fuerza) socios minoritarios del negocio que comparten con el
Estado.
Por otro
lado, su par brasileña, ANFAVEA, realizó un trabajo que señala que en Brasil la
carga tributaria llega al 30% mientras que el país siguiente respecto del peso
fiscal es Italia con un 18%. Esta comparación se realiza entre países que
cuentan con industria automotriz. El dato más sorprendente es la diferencia que
existe con Estados Unidos, en que sólo el 7,5% del valor de un 0 km es
impuestos.
La cifra
del 54,8% se refiere sobre el valor promedio de los modelos más vendidos, que
son los más accesibles, pero es mayor si se toma otro segmento. Por ejemplo el
de alta gama, ya que a estos modelos se les aplica un tributo adicional que son
los Impuestos Internos.
“Entre
los impuestos se encuentran algunos muy distorsivos como Ingresos Brutos
provinciales, contribuciones sobre el trabajo, tasa de seguridad y sellos, los
cuales se acumulan en cascada no pudiendo eliminarse o compensarse”, señala
ADEFA. Otros de los tributos que se pagan en la cadena de producción y
comercialización son, además del IVA, el de participaciones societaria, créditos
y débitos, Ganancias y contribuciones patronales. Muchos de estos gravámenes le
quitan competitividad a la industria local. En ese sentido, en una entrevista
con este diario hace cuatro meses, el presidente de la entidad fabril, Enrique
Alemañy, había señalado que la Argentina se había convertido en “un país que
exporta impuestos”.
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