Mantener y usar un auto nuevo cuesta $ 10.000 por mes
Esa cifra supera el valor de la cuota de un crédito para vivienda.
Martín Grosz para Clarin
Comprar
un auto para moverse en la ciudad de Buenos Aires no sólo implica lidiar con los
piquetes y embotellamientos cotidianos. Cumplir el sueño del “0km” también trae
un pesado combo de gastos que, juntos,
equivalen cada mes a dos tercios de un salario promedio. Y que hoy hasta superan
los costos de meterse en un plan para tener una vivienda propia. Al sumar, según
un relevamiento de Clarín, mantener y
usar un coche bá
sico
ya demanda más de $ 10.000 mensuales.
Ese
presupuesto –de $ 330 por día, sin lujos– es lo mínimo que necesita una familia
porteña sin cochera propia para solventar el uso de un cinco puertas naftero
recién salido del concesionario: modelos como el Sandero, el 208 Compact, el
Palio Fire, el Fiesta y el Gol Trend con valores de $ 220.000 a $
290.000.
Para
llegar a la cifra, como gastos principales, se tuvo en cuenta la carga de dos
tanques y medio de nafta súper de YPF (125 litros, $ 2.305), el alquiler de una
cochera en un garaje de un barrio de nivel medio ($ 2.350) y la cuota de un
seguro contra terceros con adicional contra granizo ($ 2.200) en una compañía
líder.
A
fin de mes, sólo estos tres conceptos se llevan 68% del presupuesto. Pero no son los únicos. En la cuenta también se
incluyó un proporcional mensual de la patente ($ 720) y del primer servicio
técnico programado en un concesionario oficial, que ronda los $ 4.500 ($ 375 por
mes), según la marca. Es obligatorio hacerlo a los 10.000 o 15.000 kilómetros
para poder mantener la garantía de fábrica.
Finalmente,
se agregaron dos lavados mensuales ($ 500) y un adicional de $ 1.600 para extras
como peajes, es- tacionamientos por hora, propinas a “cuidacoches” y visitas
imprevistas al taller, entre otros. Un monto conservador, considerando que una
estadía de sólo tres horas en garajes del centro puede costar más de $ 180 y que
usar autopistas como la 25 de Mayo y la Perito Moreno, ida y vuelta, ya se paga
entre $ 80 y $ 110 por día según el horario.
Así,
al juntar todos los gastos, la calculadora muestra que se deja en el auto un
total de $ 10.050. Es un 26% más que hace 12 meses y no escaló aún más porque la
nafta, siguiendo al dólar, sólo se encareció 8% en el último año. Al comparar,
los gastos de usar un auto nuevo representan el 63,6% de los $ 15.840 que
conforman el salario promedio de los porteños. Y casi 4 de cada 10 pesos (38,9%)
del ingreso medio de las familias de la Ciudad, ubicado en $ 25.814 según cifras
oficiales. Otra forma de verlo es que, en el primer año, sin considerar subas,
el auto 0km se llevará más de $ 120.000, o sea, casi la mitad de lo que costó
comprarlo.
Se
trata de una base porque, si la nafta es premium de Shell ($ 2.700 para 125
litros), si el seguro es contra todo riesgo ($ 3.500), si el garaje está en una
zona top ($ 2.700), si se hace un lavado cada semana y se suman más gastos
extra, el total puede superar los $ 13.500 por mes. O casi $ 160.000 en el
año.
Con
estos números, y la reciente expansión de los nuevos préstamos hipotecarios
ajustables por inflación, este año la idea de comprar un auto empezó a competir
con otro proyecto antes casi inaccesible para la clase media: el de tener una
casa propia. Y la sorpresa, al hacer las cuentas, es que hoy las cuotas
hipotecarias para una vivienda chica pueden ser mucho menores que esos $ 10.000 mensuales destinados al
auto.
Tomando
un préstamo en Unidades de Valor Adquisitivo (UVA) a 30 años del Banco Nación,
adquirir un departamento usado de dos ambientes (con 43 m2) en un barrio
promedio (a un valor de 105.400 dólares) exige un ahorro previo de $ 344.000,
sólo un poco más de lo que cuesta comprar un cero kilómetro básico. Y luego se
empieza a pagar cuotas de $ 6.270 por mes. Para un tres ambientes usado medio de
68 m2 y 160.500 dólares de valor, en tanto, la cuota inicial para financiar el
80% de la unidad no supera los $ 9.500.
Como
inversión, la gran diferencia entre un auto y un inmueble está en la capacidad
de ambos de mantener el valor en el tiempo. En la Ciudad, según datos de Reporte
Inmobiliario, los precios de los inmuebles se duplicaron en dólares en sólo 10
años. Con el auto ocurre algo bien distinto: no bien deja la concesionaria
pierde entre el 10 y el 20% de su valor, y luego se deprecia año tras
año.
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