Autos del futuro: ¿se nos van de las manos?
Manejalo: lo que se
viene es el copiloto virtual, activación remota, paneles de control gestual,
hiperconexión y la masificación de los coches eléctricos.
- Clarín
- 9 Feb 2017
- Marcelo Belluci mbellucci@clarin.com
Honda NeuV. Posee IA, conducción autónoma
y un asistente personal. Rinspeed Oasis. Está pensado como ‘car sharing’, que
se podría reservar por teléfono.
En el último siglo, la industria
automotriz fue perfeccionando sus diseños e incorporando nuevos materiales a su
producción, pero nunca se enfrentó a un proceso de cambio tan profundo y
rupturista como en la etapa actual. Para los próximos años se presagian avances
que van a revolucionar el concepto de traslado y también el de confort
interior. Se espera desde un copiloto virtual, activación remota, paneles de
control gestual, hiperconexión absoluta, uso compartido y hasta volar. Además,
la llegada en simultáneo de dos tecnologías tan radicales como el motor
eléctrico y la conducción autónoma, ayudarán a mitigar el vértigo de la
contaminación y las muertes que provoca su exceso. Entre las innovaciones más
beneficiosas se cuentan:
Precisión humana
Para 2035, según un estudio de IHS
Automotive, habrá 21 millones de vehículos autónomos. Para entonces, la
inteligencia sintética que mueve las palancas habrá aprendido a conducir
respetando las reglas establecidas, sin mostrarse demasiado cautelosa para no
exasperar por su lentitud, ni excesivamente agresiva para poner en peligro a sus
ocupantes.
“En los próximos cinco años, los coches
autónomos comenzarán a circular por todo el mundo. Mientras que a corto plazo,
serán capaces de conectar a sus conductores con otros vehículos y sistemas de
transporte que operarán en las ciudades” explica Carlos Galmarini, director de
relaciones institucionales de Ford.
Para alcanzar los niveles de confianza y
precisión humana deberá coordinar cámaras, radares, sensores, programas de
análisis de imágenes y trayectorias. Las cámaras 3D supervisarán todo lo que
ocurre en una perspectiva de 360 grados. Los modelos actuales disponen 20 ojos
electrónicos y software de alta capacidad. Queda reducir de centímetros a
metros (del 90% de error al 99%), la precisión de los mapas digitales.
“La carrera no es contra el celular, ya
que la pantalla uno la cambia más rápido que el vehículo. Mirror Screen es un
sistema de comando táctil de 7” que reproduce las aplicaciones del móvil en el
auto para que se pueda acceder a la música, mapas o contactos. Mientras que el
Park Assist utiliza los sensores para efectuar una maniobra automática de
estacionamiento, una vez detectado el lugar, tanto en paralelo como a 45º. Esto
se complementa con visión 360° que avisa al conductor de todos los obstáculos
situados alrededor del coche para maniobrar más fácil y evitar colisiones”
indican desde Citroën Argentina.
Copiloto virtual
Siguiendo la lógica de los asistentes
para el teléfono (Siri, Cortana, Google Now, Alexa), los coches tendrán
implantada de fábrica su propia inteligencia artificial (IA). Así, mediante
órdenes de voz, se podrá pedir que se conecte con el móvil para enumerar los
compromisos del día, reservar mesa en un restaurante o sacar entradas para un
recital. A medida que el sistema vaya conociendo
los gustos del conductor, comenzará a
realizar sugerencias sobre música o rutas alternativas y, al notar que está
utilizando una mayor velocidad de desplazamiento, preguntará las razones de
esta aceleración.
Como el sistema registra todos los
trayectos, se anticipa a los recorridos y si se producen embotellamiento o hubo
algún accidente, avisa el tiempo de demora y busca caminos alternativos.
Además, con esta información podrá configurar el motor y la caja de cambios,
para que responda de la forma más eficiente. Con esta lógica al volante, el
Honda NeuV es un coche eléctrico equipado con IA y tecnologías de conducción
autónoma, que ya suma un copiloto digital diseñado para aprender todo sobre su
dueño.
Control gestual
Esta tecnología heredada de las consolas
de videojuego permite controlar las funciones de la cabina mediante movimientos
corporales, para no distraer la mirada en la pantalla. Mediante unas cámaras y
sensores diminuto, el sistema podrá recono- cer gestos predeterminados o
adaptar los propios, con el fin de que el conductor sólo tenga que deslizar la
mano por el aire para realizar una acción. Incluso la Serie 5 de BMW ya permite
atender un llamado deslizando el índice hacia delante, subir el volumen
simulando el movimiento de las agujas del reloj o agitar la mano para cortar la
comunicación.
Activación remota
A través de los teléfonos o relojes
inteligentes, el conductor podrá interactuar con su vehículo y realizar
diversas operaciones como abrir y cerrar puertas, conectar el climatizador para
acondicionar la cabina, comprobar la presión de los neumáticos o la cantidad de
combustible, verificar si dejó alguna ventanilla abierta, descargar una ruta de
navegación y hasta localizar el vehículo vía GPS. A esto se le suma la
tecnología Bumper
Detect, que acaba de presentar BMW. Se trata
de un dispositivo que utiliza los sensores externos para detectar si el coche
recibe algún golpe mientras está estacionado y envía una alerta al teléfono del
conductor.
Hiperconexión
La idea no sólo es tener una conexión
interna sino también mantener una comunicación en tiempo real con otros
vehículos, cámaras de tráfico, sensores de peaje, a través del Internet de las
cosas. El objetivo es optimizar los servicios: buscar itinerarios alternativos,
reservar estaciones de recarga de baterías o plazas de estacionamiento. Además,
podrá estar conectado con su fabricante para que pueda monitorear el estado
general.
Muchos coches incorporan cámaras y
radares con los que detectar al peatón. Pero, en breve, la conexión será mutua,
ya que mediante una señal del smartphone, el transeúnte enviará información
sobre su posición, lo que implica un anticipo en las reacciones de ambos
supuestos.
Modo colaborativo
Para 2030, el 70% de la población vivirá
en grandes áreas urbanas, lo que demandará un nuevo concepto de transporte, a
menos que uno pre- tenda vivir en un embotellamiento. El concepto de un
vehículo por ocupante dará paso a las alternativas del coche compartido, con
diferentes conductores y pasajeros que irán cambiando a lo largo de una
jornada.
Dentro de este ecosistema colaborativo,
Carl F. Bucherer lleva diez años trabajando con la empresa automovilística
suiza Rinspeed en busca del coche del futuro. La unión ha dado sus frutos y el
prototipo Rinspeed Oa
sis, un concept car eléctrico de dos
plazas ideal para ser compartido.
Conducción autónoma
La tecnología autónoma ya está llegando,
y algunos fabricantes ya ofrecen una primera aproximación, como Tesla y su
Model S, que puede conducir solo bajo ciertas condiciones. Por ahora el
conductor debe ir atento y sentado frente al volante, pero en un futuro los
habitáculos de los coches serán una extensión del salón de nuestra casa. Las
funciones de la conducción autónoma se irán incorporando por fases a lo largo
de los próximos años, pero el conductor de- berá seguir al volante en lo que se
ha denominado como conducción delegada. Si de pronósticos se trata, Christensen
Henrik, director del Instituto de Robótica Contextual de la Universidad de
California, en San Diego apuntó que “los bebés nacidos en 2017 nunca llegarán a
conducir un auto”. Su pronóstico parte de los indicios de que la industria
automotriz está compitiendo hacia un futuro sin conductores.
Eléctricos
Los automóviles deberán usar fuentes de
energía cada vez más amigables con el medio ambiente. Los modelos eléctricos no
producen emisiones al circular y ayudan a descontaminar los entornos urbanos.
En 2030, el 50% de los coches vendidos serán eléctricos. Hoy, la autonomía de
los motores eléctricos es para la ciudad, ya que las baterías capaces de
aguantar 500 kilómetros son pesadas, caras y su recarga exige mucho tiempo.
Opel planea lanzar un coche este año, Ampera-e, que promete una autonomía de
500 kilómetros.