martes, 21 de febrero de 2017

Autos del futuro

Autos del futuro: ¿se nos van de las manos?
Manejalo: lo que se viene es el copiloto virtual, activación remota, paneles de control gestual, hiperconexión y la masificación de los coches eléctricos.
  • Clarín
  • 9 Feb 2017
  • Marcelo Belluci mbellucci@clarin.com

Honda NeuV. Posee IA, conducción autónoma y un asistente personal. Rinspeed Oasis. Está pensado como ‘car sharing’, que se podría reservar por teléfono.
En el último siglo, la industria automotriz fue perfeccionando sus diseños e incorporando nuevos materiales a su producción, pero nunca se enfrentó a un proceso de cambio tan profundo y rupturista como en la etapa actual. Para los próximos años se presagian avances que van a revolucionar el concepto de traslado y también el de confort interior. Se espera desde un copiloto virtual, activación remota, paneles de control gestual, hiperconexión absoluta, uso compartido y hasta volar. Además, la llegada en simultáneo de dos tecnologías tan radicales como el motor eléctrico y la conducción autónoma, ayudarán a mitigar el vértigo de la contaminación y las muertes que provoca su exceso. Entre las innovaciones más beneficiosas se cuentan:
Precisión humana
Para 2035, según un estudio de IHS Automotive, habrá 21 millones de vehículos autónomos. Para entonces, la inteligencia sintética que mueve las palancas habrá aprendido a conducir respetando las reglas establecidas, sin mostrarse demasiado cautelosa para no exasperar por su lentitud, ni excesivamente agresiva para poner en peligro a sus ocupantes.
“En los próximos cinco años, los coches autónomos comenzarán a circular por todo el mundo. Mientras que a corto plazo, serán capaces de conectar a sus conductores con otros vehículos y sistemas de transporte que operarán en las ciudades” explica Carlos Galmarini, director de relaciones institucionales de Ford.
Para alcanzar los niveles de confianza y precisión humana deberá coordinar cámaras, radares, sensores, programas de análisis de imágenes y trayectorias. Las cámaras 3D supervisarán todo lo que ocurre en una perspectiva de 360 grados. Los modelos actuales disponen 20 ojos electrónicos y software de alta capacidad. Queda reducir de centímetros a metros (del 90% de error al 99%), la precisión de los mapas digitales.
“La carrera no es contra el celular, ya que la pantalla uno la cambia más rápido que el vehículo. Mirror Screen es un sistema de comando táctil de 7” que reproduce las aplicaciones del móvil en el auto para que se pueda acceder a la música, mapas o contactos. Mientras que el Park Assist utiliza los sensores para efectuar una maniobra automática de estacionamiento, una vez detectado el lugar, tanto en paralelo como a 45º. Esto se complementa con visión 360° que avisa al conductor de todos los obstáculos situados alrededor del coche para maniobrar más fácil y evitar colisiones” indican desde Citroën Argentina.
Copiloto virtual
Siguiendo la lógica de los asistentes para el teléfono (Siri, Cortana, Google Now, Alexa), los coches tendrán implantada de fábrica su propia inteligencia artificial (IA). Así, mediante órdenes de voz, se podrá pedir que se conecte con el móvil para enumerar los compromisos del día, reservar mesa en un restaurante o sacar entradas para un recital. A medida que el sistema vaya conociendo
los gustos del conductor, comenzará a realizar sugerencias sobre música o rutas alternativas y, al notar que está utilizando una mayor velocidad de desplazamiento, preguntará las razones de esta aceleración.
Como el sistema registra todos los trayectos, se anticipa a los recorridos y si se producen embotellamiento o hubo algún accidente, avisa el tiempo de demora y busca caminos alternativos. Además, con esta información podrá configurar el motor y la caja de cambios, para que responda de la forma más eficiente. Con esta lógica al volante, el Honda NeuV es un coche eléctrico equipado con IA y tecnologías de conducción autónoma, que ya suma un copiloto digital diseñado para aprender todo sobre su dueño.
Control gestual
Esta tecnología heredada de las consolas de videojuego permite controlar las funciones de la cabina mediante movimientos corporales, para no distraer la mirada en la pantalla. Mediante unas cámaras y sensores diminuto, el sistema podrá recono- cer gestos predeterminados o adaptar los propios, con el fin de que el conductor sólo tenga que deslizar la mano por el aire para realizar una acción. Incluso la Serie 5 de BMW ya permite atender un llamado deslizando el índice hacia delante, subir el volumen simulando el movimiento de las agujas del reloj o agitar la mano para cortar la comunicación.
Activación remota
A través de los teléfonos o relojes inteligentes, el conductor podrá interactuar con su vehículo y realizar diversas operaciones como abrir y cerrar puertas, conectar el climatizador para acondicionar la cabina, comprobar la presión de los neumáticos o la cantidad de combustible, verificar si dejó alguna ventanilla abierta, descargar una ruta de navegación y hasta localizar el vehículo vía GPS. A esto se le suma la tecnología Bumper
Detect, que acaba de presentar BMW. Se trata de un dispositivo que utiliza los sensores externos para detectar si el coche recibe algún golpe mientras está estacionado y envía una alerta al teléfono del conductor.
Hiperconexión
La idea no sólo es tener una conexión interna sino también mantener una comunicación en tiempo real con otros vehículos, cámaras de tráfico, sensores de peaje, a través del Internet de las cosas. El objetivo es optimizar los servicios: buscar itinerarios alternativos, reservar estaciones de recarga de baterías o plazas de estacionamiento. Además, podrá estar conectado con su fabricante para que pueda monitorear el estado general.
Muchos coches incorporan cámaras y radares con los que detectar al peatón. Pero, en breve, la conexión será mutua, ya que mediante una señal del smartphone, el transeúnte enviará información sobre su posición, lo que implica un anticipo en las reacciones de ambos supuestos.
Modo colaborativo
Para 2030, el 70% de la población vivirá en grandes áreas urbanas, lo que demandará un nuevo concepto de transporte, a menos que uno pre- tenda vivir en un embotellamiento. El concepto de un vehículo por ocupante dará paso a las alternativas del coche compartido, con diferentes conductores y pasajeros que irán cambiando a lo largo de una jornada.
Dentro de este ecosistema colaborativo, Carl F. Bucherer lleva diez años trabajando con la empresa automovilística suiza Rinspeed en busca del coche del futuro. La unión ha dado sus frutos y el prototipo Rinspeed Oa
sis, un concept car eléctrico de dos plazas ideal para ser compartido.
Conducción autónoma
La tecnología autónoma ya está llegando, y algunos fabricantes ya ofrecen una primera aproximación, como Tesla y su Model S, que puede conducir solo bajo ciertas condiciones. Por ahora el conductor debe ir atento y sentado frente al volante, pero en un futuro los habitáculos de los coches serán una extensión del salón de nuestra casa. Las funciones de la conducción autónoma se irán incorporando por fases a lo largo de los próximos años, pero el conductor de- berá seguir al volante en lo que se ha denominado como conducción delegada. Si de pronósticos se trata, Christensen Henrik, director del Instituto de Robótica Contextual de la Universidad de California, en San Diego apuntó que “los bebés nacidos en 2017 nunca llegarán a conducir un auto”. Su pronóstico parte de los indicios de que la industria automotriz está compitiendo hacia un futuro sin conductores.
Eléctricos
Los automóviles deberán usar fuentes de energía cada vez más amigables con el medio ambiente. Los modelos eléctricos no producen emisiones al circular y ayudan a descontaminar los entornos urbanos. En 2030, el 50% de los coches vendidos serán eléctricos. Hoy, la autonomía de los motores eléctricos es para la ciudad, ya que las baterías capaces de aguantar 500 kilómetros son pesadas, caras y su recarga exige mucho tiempo. Opel planea lanzar un coche este año, Ampera-e, que promete una autonomía de 500 kilómetros.


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